Tesla ha cerrado 2024 con una caída del 71% de los beneficios hasta los 2.300 millones de dólares, mientras los ingresos apenas crecieron un 2%. La empresa ha registrado su primer retroceso histórico en entregas de coches, algo que ya vimos venir.
El momento no podría ser más crítico. Tesla está frente a una tormenta perfecta: la competencia china creciente, con BYD a la cabeza; la guerra de precios global; la saturación del mercado premium; y el fin de las ayudas gubernamentales. La respuesta de Musk ha sido notable: recortes de precios que han erosionado los márgenes hasta niveles alarmantes.
Musk parece estar repitiendo su estrategia habitual: ante resultados decepcionantes, promete revoluciones tecnológicas que desvían la atención de los problemas fundamentales del negocio. Esta vez, la apuesta es doble: taxis autónomos y robots humanoides.
La cercanía de Musk con Trump ha disparado el valor de las acciones más de un 100% en el último año, desafiando toda lógica financiera. Los inversores parecen apostar más por la influencia política de Musk que por los fundamentales de Tesla.
Los márgenes operativos se han desplomado al 6,2%, desde el 8,2% del año anterior. Las ventas del Cybertruck se han estancado en 13.000 unidades trimestrales y cada vez se venden más baratos. Tesla depende cada vez más de los créditos regulatorios: 692 millones de dólares este trimestre, que Trump ha puesto en la diana.
El anuncio del taxi autónomo Cybercab para 2026 y el inicio de operaciones de robotaxis en junio de este 2025 recuerda peligrosamente a promesas anteriores incumplidas. Sin embargo, Musk insiste: “Esta vez el lobo es real. Y puede conducir solo”.
Tesla se encuentra en una encrucijada histórica: o logra materializar sus promesas tecnológicas y mantiene su posición como líder innovador, o corre el riesgo de convertirse en un fabricante de coches más, cada vez menos diferencial respecto a otros, y atrapado en una guerra de precios con márgenes menguantes.
Profundiza:
- La nueva versión del Model Y llegará en marzo a 60.000 dólares, un 33% más cara que el modelo actual.
- Los registros europeos de Tesla cayeron un 24% en octubre.
- La empresa está bajo investigación por accidentes mortales relacionados con su sistema de conducción autónoma.
- El valor de marca de Tesla se redujo en 15.000 millones en 2024, en parte por la retórica política de Musk.
- La administración Trump promete eliminar los incentivos para vehículos eléctricos. Musk asegura que esto perjudicará más a la competencia que a su empresa, pero los analistas no están tan seguros: Tesla ya no es el único actor relevante en el mercado premium de eléctricos.