El Banco de México podría reducir su tasa de interés el 27 de marzo, según estimaciones de Morgan Stanley. Este ajuste se daría en un contexto de estabilidad del peso mexicano y de la postergación de aranceles por parte de Estados Unidos.
Estimaciones de recorte de tasas por parte del Banco de México
Según analistas de Morgan Stanley, se prevé que el Banco de México reducirá su tasa de interés en 50 puntos básicos durante su reunión del 27 de marzo. Esto se debe a la estabilidad del peso mexicano y la postergación de los aranceles por parte de Estados Unidos.
- Se espera una baja en la tasa de interés de 50 puntos básicos en marzo.
- Se anticipa un ciclo de relajación monetaria con recortes adicionales en mayo, junio y agosto.
- El objetivo final sería alcanzar una tasa de interés del 8,00%.
Las estimaciones de Morgan Stanley también sugieren que habrá más recortes de tasas en el futuro para enfrentar los desafíos económicos actuales.
Inflación y crecimiento económico en México
Según los informes, la inflación subyacente en México fue más alta de lo esperado en la segunda mitad de febrero. A pesar de esto, Morgan Stanley sostiene que esta sorpresa inflacionaria no alterará la decisión de política monetaria del Banco de México, ya que la inflación subyacente sigue dentro de su rango objetivo y el crecimiento económico es decepcionante.
Los analistas también advierten sobre los riesgos para la política monetaria, como la volatilidad cambiaria y los posibles efectos de traspaso de la inflación. Además, señalan que los aranceles impuestos por Estados Unidos podrían tener impactos inflacionarios si se mantienen a largo plazo.
Incertidumbre en las relaciones comerciales
La incertidumbre persiste debido a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre posibles aumentos en los aranceles impuestos a México y Canadá. Aunque se anunció una suspensión temporal de los aranceles, Trump sugirió que podrían aumentar en el futuro.
Estas acciones comerciales tienen implicaciones para las empresas y generan inseguridad en su estrategia a largo plazo. Aunque la postergación de los aranceles ofrece un breve alivio, la posibilidad de futuros incrementos crea incertidumbre para los socios comerciales de Estados Unidos.