La influencia y decisiones del Papa Francisco continúan trascendiendo, incluso después de su muerte, marcando un precedente en la historia de la Iglesia Católica.
Francisco, Un Papa de Decisiones Históricas
Desde su elección en 2013, Jorge Mario Bergoglio, conocido globalmente como Papa Francisco, ha sido una figura de significativa influencia y cambio dentro de la Iglesia Católica. Su elección fue notable por ser la primera de un jesuita, la primera de un americano, y el primer Papa en adoptar el nombre Francisco, un tributo a San Francisco de Asís, conocido por su sencillez y dedicación a los pobres y enfermos.
Un Cambio en la Tradición de los Entierros Papales
Recientemente, la Iglesia y el mundo fueron testigos de otro acto sin precedentes del Papa Francisco, incluso póstumo. Contrario a más de un siglo de tradición donde los papas eran enterrados en la Basílica de San Pedro, Francisco eligió un sitio diferente para su descanso eterno.
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El último Papa enterrado fuera de la Basílica de San Pedro fue León XIII, cuyos restos fueron trasladados a la Basílica de San Juan de Letrán en 1924, aunque su muerte ocurrió en 1903. Desde entonces, todos los papas, incluidos Juan Pablo II y Benedicto XVI, fueron sepultados en San Pedro.
La Decisión de ser Enterrado en Santa María la Mayor
En mayo de 2022, se propuso que el Papa Francisco descansara en la Basílica de Santa María la Mayor, lugar en el que yacen otros siete papas, siendo el último en 1669. Sin embargo, inicialmente, Francisco insistió en ser enterrado en San Pedro, decisión que cambió apenas una semana después.
- Acudido por el arzobispo Rolandas Makrickas, el Papa pidió preparar su tumba en Santa María la Mayor.
- Expresó su deseo de que su «último viaje terrenal» terminara en este antiguo santuario mariano, un lugar de especial significado personal.
Cristóbal García-Huidobro, historiador consultado por Meganoticias, explicó que los papas tienen la libertad de elegir su lugar de entierro, y no necesariamente debe ser en San Pedro. Francisco eligió Santa María la Mayor, resaltando su devoción por el ícono mariano ‘Salus Populi Romani’.
Esta elección no solo refleja las preferencias personales de Francisco sino que también destaca su conocida devoción y el cuidado hacia los elementos más humanos y accesibles de la fe.
