Lady Gaga deslumbra con un concierto gratuito en la playa de Copacabana, atrayendo a millones y beneficiando la economía local.
Una noche inolvidable en Río de Janeiro
El pasado sábado, la playa de Copacabana en Río fue el escenario de un evento extraordinario. Desde el momento en que Lady Gaga emergió en escena vestida de rojo y comenzó con las primeras notas de «Bloody Mary», el entusiasmo fue palpable entre la multitud que se congregó para disfrutar de su actuación.
El público, que no había visto a la estrella en Brasil desde su gira de 2012, recibió con fervor los éxitos de su reciente álbum «Mayhem». La emoción continuó cuando la cantante interpretó «Abracadabra», uno de los temas más populares del álbum.
Un impulso para el turismo y la economía
La alcaldía de Río estimó que 1,6 millones de personas asistieron al concierto, lo que generó expectativas de un notable impacto económico. Se prevé que el evento inyecte unos 100 millones de dólares a la economía local, cantidad significativa que supera en aproximadamente un 30% los ingresos generados por el concierto de Madonna el año anterior en el mismo lugar.
Este evento no solo fue un espectáculo musical, sino que también contribuyó al refuerzo del turismo en una temporada considerada de baja actividad, ayudando a sostener empleos y a reforzar el orgullo cívico y cultural de la ciudad.
Una tradición que crece
Animado por el éxito del evento, el alcalde de Río, Eduardo Paes, expresó su deseo de continuar con esta tradición de conciertos gratuitos en mayo. La idea es atraer a más turistas y dinamizar aún más la economía local. Además, reveló la posibilidad de que el próximo mega concierto pueda ser de la banda de rock U2, aunque la fecha aún no ha sido confirmada.
Voces de los fans
El evento atrajo a seguidores de todo Brasil, incluyendo a Walter Segundo, un devoto fan de Lady Gaga que viajó desde Sao Luis a Río —una distancia de casi 3.000 km— para no perderse el concierto. «Falté varios días de clase solo para venir a este show. Lady Gaga es todo para mí», compartió emocionado.
Durante la semana del concierto, la ciudad se llenó de ‘pequeños monstruos’, como se conocen cariñosamente a los fans de Lady Gaga, quienes mostraron su apoyo y admiración, no solo a través de su presencia, sino también en la economía de la ciudad al pernoctar en hoteles, comer en restaurantes locales y comprar recuerdos.
Con una combinación de música cautivadora, beneficios económicos significativos y planes futuros prometedores, el concierto de Lady Gaga en Copacabana se recordará no solo como un evento musical, sino como un hito cultural y económico para Río de Janeiro.