Durante una de las horas más sombrías en la historia reciente del fútbol sudamericano, un hincha de la Universidad de Chile, Gonzalo Alfaro, cayó al vacío desde la tribuna del estadio Libertadores de América en Buenos Aires. La imagen, desgarradora, se hizo viral: un hombre herido, inconsciente, en los recovecos de una grada convertida en campo de batalla. Sin embargo, tras días de angustia, su voz quebrada transmite un mensaje de fortaleza.
El mensaje detrás de la voz
Convaleciente en el Hospital Fiorito, Gonzalo grabó un audio dirigido a quienes lo apoyaron durante su recuperación: «Hola gente, soy Gonzalo Alfaro… yo ya estoy bien, estoy evolucionando súper bien». Su voz, inesperadamente firme, refleja una fuerza que rescata lo humano en medio del horror.
El camino de la recuperación
Fue operado en la unidad de neurocirugía esa misma noche y pasó varios días en estado crítico y ventilado. El sábado, tras meses de incertidumbre, despertó del coma y fue trasladado a cuidados intermedios. Su pronóstico ha ido mejorando, y se espera que pronto pueda regresar a Chile junto a sus seres queridos.
Lo real se impone ante lo impensable
Lo ocurrido aquella noche no debería tener lugar en un escenario deportivo. Pero la crudeza superó cualquier expectativa: barras organizadas irrumpieron en la tribuna visitante, los hinchas fueron atacados brutalmente —con golpes, armas improvisadas y humillaciones—, y muchos quedaron atrapados sin salida. Que alguien logre levantarse tras caer del infierno es, en sí mismo, un testimonio de resiliencia.